sábado, 27 de enero de 2007

Fray Adriano Rincón Domínguez

Desiderio Rincón Luján tenía alrededor de 20 años cuando contrajo matrimonio con Ramona del Rosario Domínguez en la Estancia de Santa Rosa, perteneciente a un respetado hispano-criollo, ex guerrero del Paraguay, llamado Pedro Domínguez Lucero. Esta Estancia, ubicada a una legua del pueblo de La Cruz, estaba al margen de un arroyo que corría en una pintoresca cañada y al frente de un cerro original de rocas tan blancas que parecían mármol.
Ramona tenía otros seis hermanos. Al casarce viajaron a la Sierra, a una estancia denominada Los Naranjos, allí supo enfrentar todo y hacer de todo con entereza y valentía cuando Desiderio tenía que viajar. Tuvoi diez hijos: Inocencia (que muere a los ocho meses), Desiderio, Federico, Inocencia (bautizada igual a su hermana en recuerdo), Rosario, Armanda, Aidée, Javier, Jilma, y Adriano Estanislao.
Adriano Estanislao nació el 7 de marzo de 1914, cuando tenía dos meses de edad, su madre Ramona, enferma y lo lleva a la casa de su abuela en la Estancia Santa Rosa y allí se quedó hasta el fallecimiento de su abuela, es entonces que Adriano se va a Córdoba a estudiar la secundaria en el Aspirantado Franciscano -corría el año 1929-. Inicia su noviciado a los 18 años en la ciudad de Catamaca, el mismo año de su enrolamiento con el Nº 2.770.086, era 1932.
Luego se traslada a la ciudad de Buenos Aires, donde estudia Filosofía y Teología. El 21 de diciembre de 1940 se ordena sacerdote en la Parroquia San Antonio de Padua (Pcia. de Buenos Aires), y el 6 de enero del año siguiente celebra su Primera Misa en La Cruz (Córdoba), lugar de su niñez. Enviado a la ciudad de Mendoza, además de cumplir con su rol de sacerdote es profesor de Historia Antigua, Media y Moderna en el Colegio "San Buenaventura", dedicándose con verdadera vocación a la formación y educación de niños y adolescentes. Más tarde, el Congreso Capitular lo destina a la Pcia. de Buenos Aires, donde en Moreno y San Antonio de Padua ejerce como profesor de Filosofía, Historia y Literatura, conjuntamente con su misión apostólica.
Regresa nuevamente a Mendoza donde se desempeña como Director y Profesor (Historia y Filosofía) durante cinco años en el Colegio "San Buenaventura". La voluntad del Señor, lo trajo a Aarón Castellanos (Pcia. de Santa Fe), es destinado a ejercer funciones de Superior, Párroco y Director del Colegio "San Francisco".
Llega a Santa Fe en 1953 (tenía 39 años) como conventual, y es designado Profesor de Religión en la Escuela Industrial Superior, y en el Colegio Simón de Iriondo. En 1955 el Capítulo le atribuye tareas de Superior del Convento San Francisco de Santa Fe que desempeña por más de veinte años, cumpliendo paralelamente el cargo de Director de la Escuela Anexa por un lapso de 25 años, al término del cual, se acoge a los beneficios jubilatorios.
Ocupa además, cargos de Comisionado Nacional de la Orden Franciscana Seglar, Vice-Postulador de las Causas de los Siervos de Dios Fray Mamerto Esquiú y el Padre Lobo, e integrante del equipo de Educadores en el Convento Franciscano de Córdoba.
El 29 de Noviembre de 1993 es declarado por la Municipalidad de Santa Fe, "Ciudadano Ilustre", bajo la Intendencia del Ing. Jorge Obeid.
Hoy en día con sus 66 años de apostolado y 92 de Franciscano, sigue con su ejemplar vocación de servicio, protegiendo, sosteniendo y socorriendo al prójimo, siempre solicitando en panaderías, en carnicerías, alimentos para ayudar a los más humildes, que todos los días esperan en las puertas del Convento.
También su vida la adornó con poemas. Su fascinación por la Virgen de Garay la plasmó en letras con pureza y humildad motivadas por los más nobles sentimientos y de los más altos vuelos místicos. Nuestra Señora de Garay, es una de las tallas más bellas del mundo, la legó a Santa Fe la esposa de Hernandarias, hija del fundador Juan de Garay, el 5 de Octubre de 1641; la misma llegó con Garay al país en 1622. Hay réplicas de lla, pero la original se saca los 8 de Diciembre. "Esa belleza tan piadosa, firme, tan dulce, tan pura, que no podía ser otra que la Inmaculada, La Madre de Jesús...a mi me atrapó con toda el alma esa imágen. Empecé a hacer los carteles en colores de la Virgen y los llevábamos a las casas". "Fijate, tiene tres actitudes diferentes, según se la mira, desde la izquierda, de frente o desde la derecha, de este lado se la ve orante, desde aquí asustada y desde allá alegre, casi por sonreir", y agrega: "Mirá todas sus expresiones traducen todo el Ave María: la sorpresa del ángel, su palabra y la alegría por el anuncio de que será Madre".

lunes, 15 de enero de 2007

San Francisco seguirá siendo nueva historia en Santa Fe de la Vera Cruz

En el barrio Sur de la ciudad, dando fisonomía colonial al rincón que guarda la reliquia, se levanta el histórico Convento San Francisco y a su vera la Iglesia del mismo nombre. Todas las ciudades cuando quieren representarse simbólicamente se expresan con la imágen de un monumento típico. Santa Fe de la Vera Cruz tiene en la Iglesia de San Francisco su máxima expresión espiritual y el diseño a cuyo conjuro surge claramente la vieja Ciudad de Garay y la nerviosa urbe moderna de los rascacielos y el aire enrarecido de petróleo. En el encantado recogimiento de sus templos se ha refugiado el espíritu fuerte y severo de la vieja Patria. Allí está lo permanente, los recuerdos queridos, las tradiciones recias, el esfuerzo embellecido, que se exterioriza en la paciente consagración de los artistas. En consecuencia, en la vieja ciudad, al sur de la colosal urbe actual, recostada sobre uno de los brazos del Paraná, ahí tenemos el añoso Convento Franciscano que ha acompañado a Santa Fe desde los comienzos de su historia. Este monumento venerado es sencillo en su arquitectura externa, pero encierra dentro de sus muros el tesoro inestimable del artesonado de la iglesia, el coro y de las puertas, tallados a mano con celo y con paciencia, por los antecesores hispano-indígenas y conserva, además, imágenes valiosas. Sumemos a esto el contenido del Museo y el cuadro de valores artísticos e históricos asumirá proporciones extraordinarias.

Símbolo y síntesis de la historia de un gran pueblo: SANTA FE

El General Don Juán de Garay, fundó la ciudad de Santa Fe, el 15 de Noviembre de 1573, a veinte leguas hacia el norte de donde hoy se encuentra, en el lugar denominado Cayastá, que fuera dominio de los indios Calchaquíes, Mocoretaes y Colastinés. Contemporáneamente los Franciscanos levantaron su Iglesia, Convento y Colegio, merced al célebre y emprendedor Padre Fray Juán Pascual de Rivadeneira, fundador también de los de Santiago del Estero, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires. Rota la paz y la tranquilidad, ante los temores de malones de indios que se convirtieron en una constante amenaza para los habitantes, éstos se dirigieron a la Reina manifestándole lo mucho que sufrían por sus persecuciones. A los pobladores ante la lógica exigencia de trasladarse con sus familias, los franciscanos también debieron trasplantar su fe, su templo y sus altares. Realiza la empresa el Capitán Antonio de Vera Mujica en el año 1653. Efectuada la traslación de la Ciudad de Santa Fe a su sitio actual, los franciscanos recibieron en donación oficial, también el lugar actual donde se levantaron el Templo y Convento de San Francisco, logrando inaugurarlo en el año 1680 y ser terminado en 1695. En esa forma la Comunidad Seráfica abrió sus anchas puertas al pueblo creyente de la naciente aldea. A poco fue declarada por el Virrey "Iglesia Oficial", a cargo de los Hijos del Serafín de Asís, ostentando en el atrio, en la parte superior de la puerta mayor del Templo, el Escudo de Armas de Fernando VII, Rey de España, a quién juró soberano del Río de la Plata "con doblés de rodillas y ósculos ardientes". Es digno de verse aun este histórico símbolo de reyecía hispana superviviendo en su espíritu cristiano al tiempo y a las transformaciones institucionales y políticas americanas.